sábado, 25 de abril de 2020

EL "COMUNAVIRUS"


Canciller Ernesto Araújo
No somos amigos de Bolsonaro. Es más, nos produce repulsión -lo mismo que Trump- su militante sionismo y democratismo. Mas, constatamos lo siguiente: tanto éste como aquél, manejaban, inmediatamente antes del coronavirus, gobiernos de enormísima aprobación. Trump, por ejemplo, bajó el desempleo a niveles históricos, y cumplió fielmente con sus promesas electorales en favor de la vida.

Ahora bien: el coronavirus atacó sus países con particular saña. ¿Casualidad? Ambos, ahora, se encuentran “en el ojo de la tormenta”, soportando crisis de gobierno imposibles de imaginar antes de la pandemia. No ocurre lo mismo en países inclinados a la siniestra…

Personajes nefastos, incalificables energúmenos, terroristas teóricos y prácticos como Lula da Silva y José Mujica han aprovechado la -¿casual?- circunstancia para vituperar a despecho a Bolsonaro, que, nobleza obliga, tiene sus cosas interesantes, ante todo su rabioso anticomunismo.

¿Virus chino?

Los siguientes son extractos de un artículo que publicó el canciller brasileño Ernesto Araújo, en su web denominada “Metapolítica. Contra el globalismo” -¡nada menos!. Posee, ciertamente, errores de fondo, propios del germen liberal; pero contiene elementos de mucho interés que reproducimos a continuación (traducción nuestra):

viernes, 17 de abril de 2020

UNA VISIÓN ESPERANZADA DE LA PANDEMIA




¿Tendrán todo “bajo control”?

El católico, ante todo, debe tener su corazón cargado con la virtud teologal de la Esperanza. Lo cual no implica, por cierto, caer en una suerte de tontera crónica, de inocencia lela, que lo prive de REALISMO.  Es menester, pues, ante esta situación de pandemia, combinar Esperanza y realismo para sacar óptimas conclusiones.

Notamos que ciertos ámbitos católicos, dignos de augusto respeto y loa, se han volcado por demás al “realismo”, y han dejado de lado la piadosa virtud de la Esperanza. Lo cual, en puridad y a resultas, les priva del verdadero realismo, de la visión objetiva y correcta de las cosas, y los sume en la desesperanza, la desesperación y la angustia.

sábado, 11 de abril de 2020

HERÉTICA ORACIÓN POR LOS JUDÍOS

“PULULANTE DE HEREJÍAS”.

Así denostaba a la herejía modernista el Santo Papa Pío X en su encíclica “Pascendi”: “todo es un apriorismo pululante de herejías…” Sonoras y duras palabras, a la vez…

Es el caso que ayer un caritativo lector nos comentó que la Iglesia, los Viernes Santos, ya no reza para la conversión de los “pérfidos judíos”, tal como lo hacía en las “Súplicas Solemnes” antes del Concilio Vaticano Segundo. Cosa cierta. Providencialmente, horas después de esta observación, nos sorprendió escuchar una súplica solemne por los judíos en una Catedral del interior del país; pero era muy, muy distinta de la original…

Comparémoslas:

Esta es la original: “Oremos también por los pérfidos judíos, para que Dios Nuestro Señor quite el velo de sus corazones, a fin de que ellos también reconozcan a Jesucristo Nuestro Señor”.

Esta es la “nueva”, fruto de la “evolución” y del “progreso” pos conciliar: “Oremos también por el pueblo judío, a quien Dios Nuestro Señor habló primero, para que se acreciente en ellos el amor de su nombre y la fidelidad a su alianza”.

Aquí ya no caben matices. No puede admitirse “hermenéutica de la continuidad” alguna. Esto no es un cambio adjetivo, sino sustantivo, y que atañe al núcleo de la Fe católica. Esto lisa y llanamente es un herejía. La alianza de los judíos ya no existe; cesó con la venida de Nuestro Señor Jesucristo. Decir lo contrario es herético, y hasta blasfemo.

Si fuese oportuno chancear al respecto, le pediríamos a Sturla una formidable excomunión a los responsables. Pero: ¿Sabrá Sturla qué es una excomunión? ¿Sabrá Sturla qué es una herejía? Lo más grave: ¿Sabrá Sturla que deberá rendir gravísimas cuentas al Señor?