La paranoia
provocada por la plandemia ha
evidenciado la verdadera cara de la sociedad occidental del siglo veintiuno:
una sociedad en ruinas, desde todo punto de vista. Una sociedad decadente,
intelectualmente nula, con una voluntad doblegada.
Así, hemos explicado desde estas páginas cómo es posible engañar a las personas de forma tan sencilla y tan generalizada: desde hace décadas, la sociedad occidental es una sociedad masificada. A la par –y este es el motivo de estas líneas- esta crisis ha evidenciado su hipocresía y la debilidad de sus fundamentos filosóficos.