domingo, 3 de septiembre de 2023

EL LIBERALISMO DEL BLOG “WANDERER” Y LA DEMOCRACIA


Por BRUNO ACOSTA

El blog “Wanderer” podría definirse como una página dedicada al chimento eclesial y al divague filosófico- cristiano, con marcado acento liberal, anglófilo y burgués. Su influencia ha sido nefasta para el conservadurismo o tradicionalismo católico argentino, y, también, para el de otras regiones hispanoamericanas. Puesto que, de ese modo edulcorado, informal, zigzagueante, biempensante, ha infectado, de a poco, inadvertidamente, las conciencias cristianas de liberalismo, de anglofilia y de aburguesamiento. Hace un tiempo, se lo hizo saber otro blog argentino, “Los Cocodrilos del Foso”, dirigido por Dardo Juan Calderón, hijo del insigne historiador Rubén Calderón Bouchet. Lastimosamente, los artículos –jamás contestados- de esa página han desaparecido.

Quisiéramos hoy nosotros, humildemente, ocuparnos de este blog, con ocasión de las elecciones en la Argentina.  Cada vez que hay comicios allí, entre los más formados católicos se suscita la disputatio acerca de la participación en el sistema democrático y el voto al “mal menor”. Discusión que ni siquiera debería darse, si los principios estuviesen claros: la democracia liberal partidocrática es, en esencia, una perversión. ¿Cuál es la postura del sitio “Wanderer”? Una postura, por supuesto, ni fría ni caliente: tibia. Hasta podríamos decir candorosa e inocente. Pueden leerla AQUÍ y AQUÍ. Mas, de todo el palabrerío del anónimo escriba -¿por qué se oculta?- rescataremos, para nuestro análisis, una oración. Es esta:

“[…] a fin de evitar equívocos, comienzo con una aclaración. Votar o no votar es una decisión de cada uno, y si vota, es su decisión a quién vota.

Haciendo una chanza de mal gusto –pero no inconsecuente en cuanto a los fundamentos- esto de la “decisión” nos trae a la memoria aquél macabro mantra de las aborteras: “mi cuerpo, mi decisión”. Y sí: sobre mi decisión no hay nada, ni nadie. Hago absolutamente lo que quiero. Del liberalismo al planteo de las infanticidas hay un paso; o ni siquiera un paso.

Pero yendo al punto, esta sola frase del “caminante” demuestra lo que sosteníamos: su pensamiento es liberal. E infecta de liberalismo, entre dos vasos de whisky, sentados en cómodas poltronas -tal la “canchera” imagen que quiere dar- a sus incautos lectores.

Porque, primero: “¿votar o no votar es decisión de cada uno?”. Es decir: participar o no en un sistema condenado por la Iglesia, ¿es decisión de cada uno? Recuérdese que la Iglesia ha condenado todas las dimensiones del inicuo régimen: el sufragio universal, la soberanía popular, el liberalismo, los partidos políticos. No obstante ello, ¿está en mí elegir, con mi voto, participar o no del sistema?

En segundo lugar: “si voto, ¿es mí decisión a quién voto?” Entonces: ¿está en mí decidir autónomamente a quién votar? ¿No debo, llegado el caso, regirme por principios heterónomos que me indiquen a quien debo elegir?

De este planteo se desprende paladinamente un pensamiento liberal y –consecuentemente- erróneo del responsable del blog “Wanderer”. Pensamiento que ha contaminado –como decíamos- durante años a sus seguidores.

Para terminar, su filosofía nos recuerda las palabras de León XIII en su trascendental encíclica “Libertas”. Leámoslo:

“Esta es la pretensión de los referidos seguidores del liberalismo; según ellos, no hay en la vida práctica autoridad divina alguna a la que haya que obedecer; cada ciudadano es ley de sí mismo. De aquí nace esa denominada moral independiente, que, apartando a la voluntad, bajo pretexto de libertad, de la observancia de los mandamientos divinos, concede al hombre una licencia ilimitada”.

Para el articulista, “no hay en la vida práctica autoridad divina alguna a la que haya que obedecer; cada ciudadano es ley en sí mismo”. En sus palabras: Votar o no votar es una decisión de cada uno, y si vota, es su decisión a quién vota. Es la consagración de la “moral independiente” propia del liberalismo –tal como denunciaba León XIII-, por más que esté adornada de perendengues cristianos.

5 comentarios:

  1. Muy bueno. Está escrito con fuerza, con precisión, hasta con indignación y claridad.

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  2. Es como si el Escribano Pastore tomara un facón y lo clavara una y otra vez, a derecha, a izquierda, luego lo saca y lo vuelve a introducir, luego gira y coloca otra estocada. Y al final, el planteo de The Wanderer me aparece ante la vista como lleno de marcas y heridas, de las cuales brota sangre.

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    1. Muchísimas gracias por ambos comentarios, Juan Carlos. Sus palabras son caritativas, claras, vivaces, y me sirven de estímulo. Un gran abrazo. BRUNO ACOSTA

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  3. Muy buen artículo, gracias por el mismo.

    Rudy

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