EL ESCANDALOSO GOBIERNO DE LACALLE POU

El gobierno del fantoche (en la cuarta acepción que de la palabra da la RAE) Lacallito Pou ha sido un escándalo tras otro. Ya desde el principio, y pese al enojo de algún cura anciano (nos referimos, concretamente, al Padre Bojorge), afirmábamos que nada iba a cambiar con el gobierno del surfer de Carrasco, puesto que responde a los mismos amos que el Frente Amplio marxista, y es liberal (ver AQUÍ). Pero no imaginábamos que iba a ser tal su torpeza, al verse implicado en escándalos ciclópeos, a saber:

A) El “caso Marset”, por el cual el gobierno otorgó un pasaporte a un narcotraficante uruguayo requerido internacionalmente, y en virtud de éste pudo escapar de Dubái;

B) El “caso Astesiano”, en cuyo mérito se descubrió que el seguridad personal de Lacallito, Alejandro Astesiano, elegido personalmente por él y viejo conocido de su familia, comandaba una asociación para delinquir en la propia Torre Ejecutiva (ver AQUÍ una opinión nuestra);

C) El “caso Penadés”, por el cual salió a la luz que el Senador Gustavo Penadés, eterno parásito de la politiquería, maricón, estrechamente vinculado a Lacallito Pou, presuntamente cometió innúmeros delitos sexuales contra menores de edad;

D) El “caso Albisu”, en cuyo mérito se supo que el Presidente de la Comisión Técnica Mixta de Salto Grande, Carlos Alvisu, acomodó al menos a 27 personas vinculadas a la lista 404, fundada por Lacallito, con sueldos astronómicos (ver AQUÍ nuestra opinión, y AQUÍ la lista de los “afortunados” parásitos acomodados).

Estos y tantos otros despropósitos cometidos por el gobierno del fantoche demuestran que:

A) La democracia, sea cual fuere el partido político que esté al mando, es inherentemente perversa, corrupta y corruptora, y únicamente las personas inicuas pueden acceder a cargos de mando en semejante chiquero;

B) El gobierno de Lacallito ha hecho las cosas tan mal, que lo más factible es que el próximo desgobierno sea del Frente Amplio marxista. A más, los dos candidatos que presentará el Partido Nacional son invotables: Delgado y Laura Raffo –ésta última del riñón de la familia Lacalle, así que ya se imaginarán…- (ver nuestra opinión sobre Raffo AQUÍ).

En definitiva, el futuro del Uruguay en lo que a la política respecta, es absolutamente NEGRO, salva una reacción, que no se vislumbra…