Tomado del "Semanario Hebreo" de
esta semana. |
El 1ero de marzo
será el Uruguay testigo –otra vez- de una asunción presidencial. Le tocará a
Luis Lacalle Pou alzarse con la primera magistratura. Lamentamos comenzar de forma
luctuosa esta revista: pero es que nada, absolutamente nada substancial
cambiará en el correr de estos cinco años. Desde ya lo adelantamos, y nos
hacemos cargo de nuestro juicio.
Lacalle Pou, en
primer lugar, responde, no al sacrosanto “pueblo”, sino a los verdaderos
mandamases de nuestro país, como lo hicieron los marxistas: los judíos.
Lacalle Pou, a más,
es liberal, en lo filosófico, en lo político y en lo económico, y es el
liberalismo el que ha derruido, paulatinamente, a nuestro país, sembrando el terreno
para el marxismo.
Lacalle Pou, a lo
sumo, corregirá algunos extremos y graves corolarios del frenteamplismo, pero se quedará ahí, en la superficie: el mal
seguirá tan latente como antes.
Para quitarlo, ha menester arrancarlo DE RAÍZ.
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