Por BRUNO ACOSTA
¡Qué lindo suena lo de “clave hermenéutica”! ¡Monísimo, finísimo!
Admito que he escrito este texto sólo para estampar eso en el título.
Nicolás Márquez -para quien no lo sepa- es un preclaro
doctrino de la “Nueva Derecha”. Precoz y prolífico autor. Vasto (¿o basto?)
estratega, fue quien ideó -según él- ese menjunje entre “liberales clásicos”
(sic), “conservadores” (sic) y “patriotas” (sic).
Ayer, en trasmisión con Cristián Rodrigo Iturralde, generosamente nos “educó” (sic) a los nacionalistas católicos sobre el nacionalismo católico.
Entre el raudal de conocimientos que de sus pulcros
labios emanaron, hubo uno del que tomé particular nota. Fue esa mentada nueva
“clave hermenéutica” del santo de Hipona, tan bienamado por mí. Márquez lanzó
una frase que se le atribuye erróneamente: “En lo esencial, unidad; en lo
dudoso, libertad, en todo, caridad”. En puridad, ésta fue proferida por el
luterano Rupertus Meldenius; y divulgada por el puritano Richard Baxter. Mas no
importa. Ello – diría él- es purismo doctrinal, repelente de las masas. Y lo
que se precisa son votos (¿o botas?).
Pero lo más señalado de su magisterio vino después: al
parecer, según se desprende de su sin par razonamiento, ser católico o ser
protestante no sería algo “esencial”: es pasible del ámbito de lo “dudoso”, en
el que, para los buenos de Rupertus y Richard, impera la “libertad”.
Márquez dijo: “[…] Es un grupo de amigos afines
-afines en lo esencial, como decía San Agustín: San Agustín decía: en lo
esencial, unidad; en lo demás, libertad- […] Por ejemplo, vos tenés tus
diferencias con Gabriel Ballerini [quien es] pro Israel, protestante, no es
católico […] pero el proyecto de país que él piensa… no es tan distinto del
tuyo”.
¿Qué quiso decir, con su verba ciceroniana, el proverbial
beodo? Márquez afirmó: NO ES ESENCIAL SER O NO SER CATÓLICO; NO ES ESENCIAL SER
CATÓLICO O SER PROTESTANTE. Ello radica en el ámbito de lo opinable, de lo
dudoso… Allí hay libertad.
Tales son los sofismas que hay que denunciar; tal el
sutil veneno que del liberalismo mana. Tras la figura egregia del santo de
Hipona -endilgándole una sentencia apócrifa- el cavernario Márquez introduce el
error.
¡No es lo mismo, no, Márquez, ser católico o ser
protestante! El primero está en lo certero, el segundo en el error. El primero
se encamina al Cielo, el segundo al infierno.
Rechacemos, pues, esta falsa “hermenéutica” de Márquez; y
aprehendamos la verdadera doctrina católica y agustina.
Postdata: Aclaro
que no represento a una nueva camada o recambio generacional en el nacionalismo
católico. Soy un escriba a sueldo. Y me deben tres meses.
Hola Bruno. Gracias de verdad por estas aclaraciones y tus sabios conceptos acerca del nacionalismo católico. Si bien hay algunas posturas en las que no coincido con Márquez, yo lo considero un buen escritor. Tengo algunos ejemplares de sus libros que tratan sobre los años 70 en Argentina y otro excelente que escribió acerca de Perón y sus "años oscuros". Gracias por permitirme opinar. Abrazo grande en Jesucristo y María Santísima!
ResponderBorrarMarquez al igual que su compinche Laje ( tambien habria que nombrar a su paje Rodrigo Iturralde y al exsacerdote Muñoz Iturrieta)son dos canallas sofistas liberales al servicio de los intereses globalistas judeomasónicos, preparados para hacer el entrismo entre los católicos que aún no se han despavilados sobre la perversión democrática. Luis Alvarez Primo. BELLA VISTA
BorrarLa verdad sinceramente no sabía que Pablo Muñoz Iturrieta fue sacerdote y abandonó el estado clerical, pero además tengo entendido que Iturralde según sus propias palabras él no es liberal sino que se declara abiertamente nacionalista católico. Disculpe si me equivoco
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