Doy por terminada definitivamente
esta etapa de la Revista Verdad y del Movimiento Verdad. Acompaño esta
despedida con estos versos tangueros que acompañan mi sentir:
La indiferencia del
mundo
Que es sordo y es
mudo
Recién sentirás
Verás que todo es
mentira
Verás que nada es
amor
Que al mundo nada le
importa
Yira, yira
Quizás, he derrochado mis
mejores años, los años de mi juventud, tras vanas ilusiones. Efectivamente: he
visto que es todo mentira. He visto que todo es hipocresía. Que al mundo nada
le importa… Y, particularmente en el ámbito católico -salvas honradas
excepciones- esto es así o peor.
Por esa razón, quizás, y con
la “biblioteca de experiencia” que le había trasmitido la vida, mi abuelo solía
cantar:
Y si la murga se ríe,
uno se debe reír;
no pensar ni equivocado,
para qué, si igual se vive,
y además corrés el riesgo, de que te bauticen
gil.
Tenías razón, nonno. Hasta siempre.
BRUNO ACOSTA
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