CORDÓN SANITARIO ENTRE LIBERALES Y CATÓLICOS

Por BRUNO ACOSTA

Hubo un preclaro varón, Obispo de Pasto, de nombre Ezequiel Moreno Díaz. Adalid del antiliberalismo.

He aquí que Ezequiel Moreno Díaz no era propicio a “confundirse” con los liberales. Ni mucho menos. Por el contrario, en mensaje fechado el 30 de abril de 1904, sentenciaba:

“¡Ah! ¡Quién nos diese hoy, diremos con un esclarecido autor, poder establecer cordón sanitario absoluto entre católicos y sectarios del liberalismo!”.

“Caridad hay en aislar a los leprosos de los sanos, por duro que sea el aislamiento a los primeros. Y si es caridad apartar a los sanos de los que están inficionados de un mal físico contagioso, ¿no será mayor caridad apartarlos de los inficionados del mal moral contagioso [el liberalismo]? Es claro que sí, porque se trata de un bien de orden superior, como es el del alma comparado con el del cuerpo.”

Quizás sea hora de repasar estas palabras del santo; y no de jolgorios, de parrandas o -dicho más castizamente- de “fests”.

 

 

 

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