miércoles, 3 de junio de 2020

LA NUEVA CORRIENTE LIBERAL: UNA FALSA RESPUESTA AL SOCIALISMO




Comprobamos que existe un resurgimiento del liberalismo más radical y ortodoxo. Resurgimiento que se aprecia, sobre todo, en la web, y que tiene mucho predicamento entre la gente joven, harta del socialismo.

Como sentenció el Coronel José Carlos Araujo el viernes pasado en su audición periódica en el programa radial “Controversias”, y como desde nuestra primera publicación hemos dicho, el liberalismo, lejos de ser una solución frente al socialismo en general y al marxismo en particular, es, en puridad, su causa. Enarbolar la bandera del más rancio liberalismo decimonónico para enfrentar al socialismo, aparte de hacer ostensible una profunda ignorancia histórica, evidencia una miopía preocupante en materia filosófica (y ni que decir, en materia teológica).

Tomar, pues, al liberalismo como alternativa frente al socialsimo es, pues, un yerro mayúsculo: mucho más torpe y grave por cuanto toma a la causa del problema como su solución. 


Del Twitter de "Libertarios Uruguay"

El liberalismo arrastra, lamentablemente, un par de elementos que lo vuelven tentador. Primero: las palabras altisonantes, pero huecas, como “libertad”. Sostener que el liberalismo se define como “la cosmovisión del ser humano donde el mayor valor moral es su libertad”, suena precioso, aunque sea una burrada. Estos no son sino los “molinos de palabras” de que hablara el pensador oriental –convenientemente olvidado- Adolfo Agorio. “Molinos de palabras”, hueros de contenido. Segundo: su falta de contenido. El liberalismo es muy fácil ya que, por antonomasia, carece de contenido: su única doctrina es la libertad, y la libertad mal conceptuada. Un perfecto “combo”, pues, para los atorrantes del pensamiento: es vistoso, y es simple.

Entre otros portavoces actuales de esta corriente liberal, llamada también “libertaria” y que presenta diversos matices en sus filas, está, entre los que peinan canas, el argentino Alberto Benegas Lynch, cuyas columnas aparecen en el diario “El Observador”- siempre presto a las posturas más disolventes- ; hemos analizado sucintamente un artículo suyo en enero de este año, en el cual revela la ciclópea carencia conceptual de los liberales.




Agustín Laje y el orate Milei
Entre los más jóvenes se encuentran, por ejemplo, el también argentino Nicolás Morás, cuyos burdos argumentos consideraremos en futuro análisis. Podríamos mencionar, a su vez, en la vecina orilla -aunque, repetimos, responden a diferentes grados- a Agustín Laje y a Javier Milei: el primero, más presentable; el segundo, no tiene escrúpulos en esconder su condición de enfermo mental.

Procedente del Uruguay ha aparecido en el último tiempo el “prestigioso licenciado en psicología cognitiva” Andrés Irasuste, con un programa en el Canal TLV1, de Youtube. No esconde su condición de liberal, aunque lleve una Cruz en el pecho. La confusión no puede ser mayor.

Estos individuos –sobre todo, los más noveles- no hacen piruetas para denostar a lo que catalogan como “zurdos” o como “progres”. Llegan muchas veces, como en los casos de Morás y sobre todo del orate Milei, a utilizar un vocabulario chabacano y malsonante, más propio del hampa que de un académico. La exposición mediática que han obtenido, y su habitual y eficiente uso de las redes sociales, les ha dado una buena cantidad de seguidores, sobre todo, entre la juventud. Pero no dejan de propugnar una falsa solución.

Este hecho comprobable para el investigador, obliga a que, en próxima entrega, nos encarguemos, una vez más, de derribar sus argumentos. Tocará el caso de Nicolás Morás, como se adelantó. Debe quedar claro que el liberalismo no es el remedio, sino la causa de la enfermedad.

7 comentarios:

  1. El Padre Julio Meinvielle explica en forma prístina que el motor de la historia no es la lucha de clases, ni una ley de la economía, etc, el motor de la historia es una lucha metafísica, es decir entre el bien y el mal a través de sus fuerzas desplegadas. Ello se reduce en este mundo a Iglesia vs sinagoga. Recuerdo cuando surgió un grupo llamado "Derecha Social", se decían pragmáticos, sostenían que la teoría de la conspiración y que la cuestión metafísica no servía para combatir la revolución Cultural en proceso. No habían entendido nada...y tal como merecían desaparecieron de todas partes (por suerte).- Los liberales cometen en mismo error...pero a la prescindencia le agregan algunos elementos que los hacen despreciables: a veces la complicidad, no entienden porque no saben de filosofía que el marxismo es hijo del liberalismo, (ver Jean Ousset: "Marxismo Leninismo"), las pruebas de la entrega liberal, aquello que Romanescu llamó "Traición a Occidente", se encuentran por doquier...desde la entrega de Roosevelt y Churchill de medio mundo a Stalin, hasta la entrega de Sanguinetti a la izquierda de todas las estructuras o cuerpos intermedios del Estado a la izquierda, es decir son miles de ejemplos. Y por último en ciertas ocasiones la cobardía, de la cual hemos sido testigos una y otra vez...todos aquellos, incluso católicos que se dicen liberales, por ese liberalismo han perdido la fuerza de la Fe que radica en la Verdad que es Cristo, y por eso son pusilánimes, cobardes que ni siquiera pudieron defender la vida de los inocentes. En Cristo J.L.-

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  2. Estimado Jorge: Muchas gracias por su circunstanciada, erudita respuesta, digna de una publicación. Gracias también por seguir tan de cerca, siempre, nuestra revista. En Cristo y María.

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  3. Muy buena iniciativa. Hay mucha gente que no comprende la relación entre el liberalismo y el socialismo/comunismo, y menos entiende que el liberalismo, que nos metió en esto, no es la solución.
    El tema me parece que la gente piensa de manera materialista y no le interesa saber de filosofia, historia o teología.

    De nuevo, enhorabuena por tu iniciativa.

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    1. Estimado: Muchísimas gracias por tu comentario y por tu aliento. La idea es proseguir analizando a Morás, quien está muy en boga últimamente. Cordial saludo.

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